Nunca he sido jurado de nada, pero si me
preguntaran por el mejor libro editado en Aragón en 2012 diría que este “La
hora del recuerdo” de la
Editorial Comuniter se merece estar entre los candidatos a
ganar ese premio.
Y se lo merece por la
maquetación y el diseño gráfico de Víctor Montalbán de su cubierta. La parte
visible, el papel que envuelve el regalo. Contraste, juego y equilibrio de tres
colores: blanco, verde y negro. Por el singular tratamiento de la imagen de la
portada: perfil recortado en ángulos de la fotografía de Clara Gasqued. Y por
la originalidad de su solapa trasera en la que Víctor –saliéndose de lo
estándar- ha colocado la fotografía completa de Clara en un tono más oscuro.
Y se lo merece también porque después de sorprendernos
con su diseño exterior encontramos en su interior veintitrés magníficas
ilustraciones de Álex Mirasol hechas con un bolígrafo Bic. Sí, con un simple bolígrafo
Bic.
Los que ya me conocen saben
de mi debilidad por los libros ilustrados. Y en este caso los veintitrés
excelentes dibujos de Álex asombran por su técnica pero también por su
profundidad, sencillez, pureza y realismo; y porque cumplen a la perfección con
su función de acompañar y resaltar el texto y darle así un valor añadido al
libro que lo sitúa más allá de la literatura.
Por eso, si me preguntaran, creo que este libro se
merece estar entre los candidatos a ganar ese premio.
“La hora del recuerdo” es un poemario de Mariano
Estrada Esteban que reúne una colección de poemas que dibujan con palabras la
tradición de “Romper la hora” en la Semana
Santa del Bajo Aragón: una sola noche al año -la del Jueves
al Viernes Santo- en la que en la plaza de algunos pueblos de Teruel el
silencio es roto por el estruendo de miles de cofrades tocando al unísono sus tambores
y bombos. Ceremonia que todos conocemos y que algunos han acudido a contemplar
con fervor y otros como simples turistas curiosos.
Sabemos que cada año se repetirá el ritual y que será
igual que el del año pasado. Retransmisión en directo, noticia, archivo
fotográfico o video del youtube. Imágenes que mostrarán esa hora rota y su
sonido, el fragor y el estallido atronador. Pero esta “hora del recuerdo” es la
de la palabra, la del verso, la del poema. La forma en la que Mariano, que vive
el ritual desde dentro, nos muestra sus sentimientos; el antes, durante y
después; todo lo que para él significa participar en esa tradición heredada de
padres a hijos. La larga espera de esa noche de primavera, el reencuentro, “la
bóveda sonora del dolor, el cortejo que después continúa su camino por calles y
plazas”.
Y si bien los poemas de Mariano se resienten de
cierta redundancia, de palabras repetidas, del mismo viento y silencio roto por
redobles y golpes; sus versos son otra forma de entender y sentir lo que sucede
todos los años y habría que ver una vez en la vida.
Álex Mirasol
http://alexmirasol.blogia.com/
Fundación Cultural Bajo Martín
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