sábado, 8 de octubre de 2011

Félix Romeo

No puedo decir que lo conocía personalmente. Nunca hablé con él. Pero no por eso dejaba de saber quién era. De admirarle y envidiarle sin rencor. Toda una vida dedicada a la literatura.
No puedo decir nada de él. De cómo era, de haber compartido algo juntos. Tan sólo reconocerle que tuvo la fortuna de vivir entregado a lo que más le gustaba, más le apasionaba: leer y escribir. Que era alguien en quien fijarme, alguien del que aprender, querer vivir igual que lo hizo él.
Leí sus tres novelas. Y escribí acerca de ellas. No tengo otra forma para recordarle. No conozco otra forma mejor para vivir.


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