Estamos acostumbrados a que las novelas de espías estén siempre protagonizadas por norteamericanos o británicos. Ellos son los actores fijos de las más trepidantes y espectaculares aventuras y sus gobiernos y servicios secretos los guionistas y directores de la intriga. Pues “Angelitos negros”, de José Luis Galar, viene a cambiar eso, porque esta es una trepidante novela de espías y estrategia internacional cien por cien “Made in Spain”.
Pero José Luis ha escrito algo más que una excelente novela de entretenimiento. “Angelitos negros” nos lleva, desde su protagonista inicial, a conocer las fórmulas de reclutamiento del CESID. La selección, por sus cualidades y aptitudes, de un candidato; las pruebas que debe superar y el entrenamiento al que es sometido hasta convertirse en agente del servicio de inteligencia español. Experiencia por la que un recién licenciado pasa de la juventud a la madurez. Aventura y compromiso. Profesión con sus códigos y claves, su hermetismo, sus secretos, sus traiciones y mentiras. Profesionales que juegan en una liga aparte, pero que también son personas humanas con sus debilidades, su familia, su pasado a cuestas, sus anhelos, sus dudas y su armonía perdida. Hombres que, por encima de todo, deben cumplir con las órdenes encomendadas sin esperar ningún agradecimiento.
“Angelitos negros” es una novela de ficción que parte de una realidad: la energía. La energía es el gran conflicto mundial. La energía es el motor del mundo. Quien tiene la energía tiene un gran poder. Y España es deficitaria en energía, consume mucho más de lo que produce, tiene que importarlo todo: el gas, el petróleo y la electricidad. Así que el presidente del gobierno español toma una decisión: la ejecución a través de la Seguridad Nacional -unos agentes especiales del servicio de inteligencia- de un plan para sacar a España de la crisis energética. Un plan para que España tenga acceso directo a la energía sin necesidad de depender de terceros. Y ese plan, ese guión de ficción basado en una evidente realidad es el que con maestría y precisión organiza y ejecuta hasta en sus más mínimos detalles José Luis Galar. Oportunidad, estrategia, acción, traición, muerte y resultado.
Pero José Luis ha escrito algo más que una excelente novela de entretenimiento. “Angelitos negros” nos lleva, desde su protagonista inicial, a conocer las fórmulas de reclutamiento del CESID. La selección, por sus cualidades y aptitudes, de un candidato; las pruebas que debe superar y el entrenamiento al que es sometido hasta convertirse en agente del servicio de inteligencia español. Experiencia por la que un recién licenciado pasa de la juventud a la madurez. Aventura y compromiso. Profesión con sus códigos y claves, su hermetismo, sus secretos, sus traiciones y mentiras. Profesionales que juegan en una liga aparte, pero que también son personas humanas con sus debilidades, su familia, su pasado a cuestas, sus anhelos, sus dudas y su armonía perdida. Hombres que, por encima de todo, deben cumplir con las órdenes encomendadas sin esperar ningún agradecimiento.
“Angelitos negros” es una novela de ficción que parte de una realidad: la energía. La energía es el gran conflicto mundial. La energía es el motor del mundo. Quien tiene la energía tiene un gran poder. Y España es deficitaria en energía, consume mucho más de lo que produce, tiene que importarlo todo: el gas, el petróleo y la electricidad. Así que el presidente del gobierno español toma una decisión: la ejecución a través de la Seguridad Nacional -unos agentes especiales del servicio de inteligencia- de un plan para sacar a España de la crisis energética. Un plan para que España tenga acceso directo a la energía sin necesidad de depender de terceros. Y ese plan, ese guión de ficción basado en una evidente realidad es el que con maestría y precisión organiza y ejecuta hasta en sus más mínimos detalles José Luis Galar. Oportunidad, estrategia, acción, traición, muerte y resultado.
Novela de ficción que recoge la teoría de Huxley: esa mítica mano negra que mueve los hilos del guiñol. Una sociedad secreta que es un gobierno supranacional por la que todo lo estratégico debe de estar bajo el control de una élite. Novela de ficción que denuncia más de una verdad incómoda: el expolio de África y sus materias primas; el negocio de la guerra y la posguerra; el consumismo convertido en un nuevo dios: La gente sólo quiere disfrutar. Y en estos tiempos eso es sinónimo de consumir. Son capaces de destruir el mundo a través del agotamiento de sus fuentes de energía, bosques, agua, deterioro del mar y especies sólo por consumir; el mecanismo de la deuda: prácticamente todos los habitantes de occidente están hipotecados, atados a la obligación de conseguir dinero para sus coches, sus vacaciones, sus viviendas, sus operaciones de cirugía estética; la alienación, la esclerotización de la inteligencia y la conciencia a través de la televisión.
Una reflexión moral, una sublevación contemporánea, una querella contra una sociedad de cartón piedra. Tal y como dice la cita de Joseph Conrad que José Luis incluye en la novela: Creí que era una aventura y en realidad era la vida.
José Luis Galar. “Angelitos Negros”. Ediciones Destino. Barcelona, 2011.
2 comentarios:
Absolutamente de acuerdo contigo. Tenemos un excelente escritor.
Gran escritor y magnífica novela. Te engancha desde la primera página con esa maravillosa manera de manejar las palabras!
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