He estado en tu pueblo. Y he preguntado por ti. Me costó encontrar alguien que supiera quién eres.
Me dijeron que no naciste allí.
-Sí, es verdad.
Me dijeron que no vives allí, que vives en Barcelona.
-Sí, es cierto.
Me dijeron que Alfonso no es tu verdadero nombre.
-Sí, es cierto; no me llamo así.
La única persona que supo quién eras me dijo que ese es el nombre de tu padre, que tú te llamas Antonio.
-Sí, es verdad.
Me dijo que nunca habías vivido allí. Que al pueblo sólo ibas a pasar los veranos, cuando eras pequeño, y que luego, cuando te hiciste mayor, tan sólo ibas un par de días en abril, por el cumpleaños de tu madre.
-Sí, es cierto.
Y que cuando ella murió dejaste de ir. Que no ibas ni tan siquiera en noviembre, para ir al cementerio. Ni en semana santa a la romería, ni en agosto, para la fiesta mayor. Nunca.
-Sí, es cierto.
Que no regresaste al pueblo hasta que vendiste la casa, y que el día antes de marcharte hiciste una montonera en el corral con todos los muebles y todos los trastes que había dentro y le prendiste fuego.
-Sí, es verdad.
Entonces, todo lo que me has contado es mentira.
-Sí, es cierto.
Me dijeron que no naciste allí.
-Sí, es verdad.
Me dijeron que no vives allí, que vives en Barcelona.
-Sí, es cierto.
Me dijeron que Alfonso no es tu verdadero nombre.
-Sí, es cierto; no me llamo así.
La única persona que supo quién eras me dijo que ese es el nombre de tu padre, que tú te llamas Antonio.
-Sí, es verdad.
Me dijo que nunca habías vivido allí. Que al pueblo sólo ibas a pasar los veranos, cuando eras pequeño, y que luego, cuando te hiciste mayor, tan sólo ibas un par de días en abril, por el cumpleaños de tu madre.
-Sí, es cierto.
Y que cuando ella murió dejaste de ir. Que no ibas ni tan siquiera en noviembre, para ir al cementerio. Ni en semana santa a la romería, ni en agosto, para la fiesta mayor. Nunca.
-Sí, es cierto.
Que no regresaste al pueblo hasta que vendiste la casa, y que el día antes de marcharte hiciste una montonera en el corral con todos los muebles y todos los trastes que había dentro y le prendiste fuego.
-Sí, es verdad.
Entonces, todo lo que me has contado es mentira.
-Sí, es cierto.
Texto de Jorge del Frago.
Fotografía de Carlos Manzano, escritor y fotógrafo. http://www.carlosmanzano.net/
Fotografía de Carlos Manzano, escritor y fotógrafo. http://www.carlosmanzano.net/
1 comentario:
No creo que mintiese... hablaría con el corazón de sus recuerdos, con sus idílicos recuerdos, y aunque no estuvo siempre lo hizo y seguramente, siempre estará. La verdadera mentira sería decir que él no pertenece allí.
Buen texto
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